


Baracoa, desde luego, que no se puede decir que sea uno de los lugares con más contaminación. No existe, la mayoria son bici-taxis, calesa o carretas, bicis, caballos, carros con bueyes, motos eléctricas y los camiones y autobuses son para ir a otras ciudades, algún taxi y hasta aeropuerto tienen. Pero el puerto insignificante para la bahía tan impresionante y desangelada que tienen.






Mercado en el Malecón, con camiones de frutas verduras y toda clase de "viandas" (Malanga, boniato, papa, yuca, ñame, alguna clase de plátano...) y que las saben preparar divinamente.
Cosas para no olvidar. La sencillez y simpatía de la gente. El sonoro concierto de cientos de gallos al amanecer. Pena de no haber asistido a una pelea de gallos (aunque me parece una salvajada), después de ver a muchos jóvenes con su gallo debajo del brazo y muchos gallos en las traseras de las casas atados de una pata con una cuerda, picoteando en su corrito. Me arté de guarapo y cucuruchos, las "viandas" las probé casi todas. Nos tocó una buena cocinera, complaciente, que nos hizo un recorrido culinario, langosta, camarones, pescado, pollo. Nos faltó algunos platos típicos con coco. Habrá que volver.